Entre estas costumbres, esta la practica del ayuno de carne durante Viernes y Sabado Santo.
Y en reemplazo a la dieta carnivore que la ciudad practica diariamente en sus picanterias, aparece una joya de la cocina local. El Caldo de Viernes. O Chupe de Viernes.
Para subrayar la total ausencia de carne, sus ingredientes refieren claramente al pescado y los productos marinos: El cochayuyo o yuyo. Que aun proviene de las extensas costas entre Camana y Caraveli. Ahora en peligro de extincion. El caucau, o huevos de pescado secados al sol. Su color dorado y su recobrada frescura, luego de remojar desde la noche anterior, aportan una textura especial al caldo. El pescado salado seco, que en estos lares se denomina bacalao, venga de quien venga, es el elemento principal del caldo. Aunque algunos presumidos, cambian este componente por unos camarones y ponen en riesgo el nombre el plato.
Y por supuesto el espeso lo ponen las verduras, papas y choclos que son impresindibles. Asi como el chorrito de leche.
Una delicia que los visitantes pueden pedir en cualquier picanteria. Pero tienen que llegar temprano porque el riesgo que encuentre ollas vacias, es bastante alto.
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